Los restos del Castillo de Aguilar de Segarra se encuentran sobre un cerro, detrás del depósito de agua, junto al cementerio viejo, de la localidad del mismo nombre, en la comarca de Bages de la provincia de Barcelona.
Circulando por la carretera BV-3008 en sentido norte, junto al kilómetro 20 hay que desviarse por un camino con un cartel que indica "Camino viejo de Aguilar de Segarra" y otro más pequeño de senderismo y color verde, que indica "Castell d'Aguilar". Cien metros más adelante otro cartel invita a seguir por la izquierda por un camino sin asfaltar que, aunque en buenas condiciones, es preferible recorrerlo con un vehículo 4x4, ya que hay gran número de desagües que hacen que un turismo roce en el suelo. Subiendo por este camino encontramos un pequeño cartel que invita a seguir por la izquierda una pista con bastante pendiente que termina en una pequeña explanada en la que se puede aparcar el vehículo. Un poco más adelante hay un depósito de obra de respetables dimensiones y arriba, a la izquierda, restos de edificaciones entre los que se supone se encuentran los del castillo, los de la vieja Iglesia de Sant Andreu de Aguilar y los de otras edificaciones antiguas. A partir de aquí es necesario continuar a pie un corto recorrido por un camino, a descubrir de forma intuitiva, dejando las paredes del depósito a la derecha y subiendo montaña arriba.
A comienzos del siglo IX, un siglo después de que los musulmanes invadiesen la península Ibérica, y tras largos años de luchas y enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona fronteriza entre los musulmanes del emirato de Córdoba y los cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio Carolingio en condados gobernados por condes.
Para garantizar su frontera meridional frente a los musulmanes, los condados catalanes construyeron entre los siglos IX y XI, y reaprovecharon otros musulmanes, una amplia red de castillos, atalayas y torres de defensa por toda la Marca, fortificando con más de cien castillos un territorio muy extenso que se extendía desde Barcelona hasta el Pallars, en tierras de Lérida. Así nacerían los castillos de frontera catalanes. La Marca quedó estabilizada durante tres siglos entorno al Llobregat, Cardener, y el Montsec. A mediados del siglo XI, con la disgregación del Califato de Córdoba en los diferentes reinos de taifas, los condados catalanes pasaron a ser territorios de avanzada y conquistadores.
En el siglo XI, el condado de Manresa controlaba un extenso territorio que abarcaba Manresa hasta cerca de Lérida. Para defender las tierras que se iban ganando a los musulmanes, se fueron levantando numerosas fortificaciones y reaprovechando otras musulmanes, formándose así la línea defensiva fronteriza del Anoia, en la Marca Manresana, que llegaba hasta la comarca de la Segarra, en tierras de Lérida.
Documentado en el siglo X (1128), el castillo de Aguilar se encuentra a escasos kilómetros al oeste de Manresa, sede del antiguo condado. Formó parte de los castillos de frontera de la Marca Hispánica, en la linea de fortificaciones de la Marca Manresana, junto con las vecinas fortificaciones condales de Castellar al sur, con el que tenia contacto visual, Grevalosa, también al sur, Rajadell al este, en posición más retrasada, las Torres de Fals de Fonollosa al noreste y en posiciones mas avanzadas de la frontera con tierras de musulmanes Boixadors al noroeste, Calaf y Puigdemáger al oeste, o la torre de la Manresana de Prats de Rei, al suroeste, entre otros. En los siglos XI y XII paso a ser posesión de los Cervera.
El castillo era de planta irregular y su recinto de dimensiones considerables.
Es difícil diferenciar los restos del castillo de los de la Iglesia vieja de Sant Andreu de Aguilar, posiblemente la primitiva capilla del castillo, así como de otras edificaciones antiguas.
De entre los restos, un tramo de muro y un arco son los que Pere Català diagnosticó y fografió en el siglo XX como pertenecientes al castillo. Además, fragmentos de muros a base de sillares y restos de alguna torre.
Se encuentra en estado de ruina progresiva, prácticamente desaparecido.
Es de libre acceso.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
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Fecha de última modificación: 13/12/2023
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