Sobre el cerro Calderico, y rodeado de molinos de viento, se encuentra esta fortaleza de origen romano que posiblemente reconstruyera Almanzor en el siglo X, y que fue dada al rey Alfonso VI como dote al casarse con la princesa musulmana Zaida. Recuperado posteriormente pos los almorávides, fue reconquistado definitivamente en el siglo XII, pasando a manos de los Caballeros Hospitalarios, y posteriormente a la Orden de San Juan de Jerusalén, que estableció allí la capital de su Priorato de La Mancha.
El Castillo de Consuegra se alza, rodeado de molinos de viento, sobre el cerro Calderico, o Crestería manchega, situado al sur de la localidad de Consuegra, al sur de la provincia de Toledo.
La localidad de Consuegra, de raíces celtibéricas, romanas y visigodas, fue un importante frente fortificado durante las luchas entre Toledo y el califato de Córdoba, e iría pasando alternativamente por manos cristianas y árabes.
La historia romana de esta fortaleza se remonta a la época de la Consaburum, que contaba con las edificaciones típicas de una gran ciudad, tales como circo, termas, murallas y acueducto.
Posiblemente la primera reconstrucción de castillo la realizara Almanzor en el siglo X, en pleno dominio musulmán de estas comarcas.
En el año 1097 el rey Almotamid de Sevilla cedió el castillo a Alfonso VI, a través de un pacto matrimonial por el que el rey se casaba con la princesa sevillana Zaida, aportando ésta como dote el castillo de Consuegra. Se consiguió así la fortaleza sin derramamiento de sangre, pero poco después, el 15 de agosto de 1097, Alfonso VI perdió el castillo en la batalla de Consuegra contra los almorávides. Ante los pocos efectivos que disponía ante la llegada inminente de los almorávides a Consuegra, Alfonso VI pide ayuda al Cid. Este, habiendo conquistado Valencia a los moros, le proporciona refuerzos mandados por su único hijo varón, Diego. En el transcurso de la batalla de Consuegra, Diego perdería la vida. Desde 1997 se conmemora en ese día la muerte del hijo del Cid y los demás cristianos en la batalla de Consuegra.
El castillo fue definitivamente recuperado por los cristianos a mediados del siglo XII, y reconstruido por los Caballeros Hospitalarios entre ese siglo y el siguiente, lo que explica su original arquitectura de tipo europeo. Alfonso VII entregó la fortaleza, el pueblo y las tierras del contorno a la Orden de San Juan de Jerusalén en el año 1183, que construyo el actual castillo y estableció allí la capital de su Priorato de La Mancha, custodiando el paso a la región de la que es puerta natural. En él celebró varios capítulos la Orden y allí se conservaba su valioso archivo, destruido al parecer durante la invasión francesa, cuyas tropas lo ocuparon desde 1809 a 1813 por su valor estratégico.
La estructura de este castillo es bastante atípica. Está constituido básicamente por un cuerpo central cuadrado con una gran torre cilíndrica a cada uno de sus lados. El recinto se encuentra rodeado por una barrera de la que sólo quedan restos en la parte que rodeaba el patio de armas.
Lo primero que aparece es un espacio vacío denominado centinela, desde donde se accede al castillo propiamente dicho, que está rodeado por la barrera defensiva.
La puerta de acceso está enmarcada por dos estructuras cúbicas, y sobre ella se encuentra el escudo del Prior de la Orden Juan José de Austria y el de los Álvarez de Toledo.
Entre las estancias interiores destacan el aljibe, con cubierta de bóveda de cañón, un patio interior y los archivos de la Orden de San Juan, destruidos por las tropas francesas en 1809.
La torre albarrana, elemento defensivo árabe que constituye una huella evidente de su paso por la zona, es de forma circular y se encuentra en la parte más meridional del castillo. Esta torre estaba unida al conjunto por medio de un adarve. Tiene cuatro pisos, por lo que su altura es considerable.
Los muros sobre los que se cimenta esta impresionante construcción defensiva son de piedra, material por excelencia usado en este tipo de construcciones por su dureza y su abundancia en la naturaleza. Se utilizó la mampostería como técnica constructiva, sistema que trabaja muy poco las piedras del edificio. En su interior quedan restos de hormigón muy anteriores a la construcción actual.
Después de los avatares sufridos a lo largo de la historia, el castillo de Consuegra fue expropiado con la desamortización del siglo XIX, quedando a partir de entonces abandonado y en progresiva destrucción. Hasta fecha reciente no se realizaron las labores de reconstrucción. Desde hace algunos años, una escuela taller está llevando a cabo tareas de reconstrucción y recuperación. Se han recuperado algunas salas y torres.
Es propiedad del Ayuntamiento de Consuegra y se destina a uso turístico y actividades culturales.
El castillo puede visitarse, y los fines de semana hay una actuación del grupo de teatro VITELA, que representan parte de la historia del castillo vestidos de campesinos, juglares, monjes, reyes, caballeros. Más información en la oficina de turismo, emplazada en el molino de viento el Bolero, teléfono 925 475 731.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
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Fecha de última modificación: 14/06/2020
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