El castillo de Villena fue construido por los musulmanes en el siglo XI, probablemente sobre una fortificación romana anterior, para vigilar la ciudad de posibles ataques. El recinto es de planta poligonal, y dispone de torres cúbicas en sus ángulos excepto en uno, donde se encuentra la torre del Homenaje de planta cuadrada con garitones en sus esquinas y en el centro de sus lados. El edificio está rodeado por una muralla jalonada por cubos, y las torres y muros están rematados por almenas rectangulares. Ha sido restaurado y se encuentra en muy buen estado de conservación.
El Castillo de la Atalaya se alza sobre el monte San Cristóbal, junto a la calle Buenavista de la localidad de Villena, en la comarca de L'Alt Vinalopó de la provincia de Alicante.
Villena fue lugar de importante poblamiento desde la antigüedad. Junto con Sax pasó a manos cristianas en 1239, tras varios intentos infructuosos, y fue tomada por caballeros de la Orden de Calatrava bajo el mando del comendador de Alcañiz. Jaime I encomendó su custodia a la orden militar hasta que se procediera a su entrega al rey castellano Fernando III en virtud del Tratado de Almizra, aunque siempre se encontró en una posición poco definida y limítrofe, pero en poder de Castilla. Fernando III concedió éste y otros lugares de la comarca a su hijo el infante don Manuel, quien residió en el castillo, donde creó buena parte de su producción literaria, y ofreció a la población en 1276 el Fuero de Lorca. Los señores de Villena llegaron a ostentar amplios poderes políticos y judiciales.
Durante las sublevaciones moriscas de principios de la década de 1260, el castillo de Villena estuvo en poder musulmán hasta que el rey Jaime I pacificó la región y la retornaría nuevamente a la Corona Castellana. Enrique II elevó el señorío a marquesado a finales del siglo XIV. En 1445 pasó a poder de la familia Pacheco, familia a la que estaría vinculada desde entonces. A finales del siglo XV el marqués Diego López Pacheco se declaró partidario de los derechos al trono de Juana la Beltraneja en contra de Isabel la Católica. Esta posición creó descontento y revueltas tras las cuales los Reyes Católicos incorporaron el marquesado a la Corona en 1480. Durante las Guerras de la Germanías, el castillo sirvió de refugio al virrey de Valencia, Diego Hurtado de Mendoza, tras su derrota en Gandía. La población se declaró partidaria de la causa borbónica y en el transcurso de la Guerra de Sucesión un pequeño grupo de partidarios de Felipe V resistió el asedio de las tropas del archiduque Carlos.
El castillo de Villena fue construido por los musulmanes probablemente sobre una fortificación romana anterior. Algunas fuentes árabes ya lo mencionan allá por el año 1172. En 1239 el vizconde de Cardona lo reconquistó definitivamente, ayudado por almogávares, catalanes y la Orden de Calatrava. Fue plaza en discordia entre los aragoneses y los castellanos, quedando en manos de estos últimos por el tratado de Almizra. Fue centro de enfrentamientos en la guerra de las Germanías.
En 1476 se produjo un hecho histórico de enorme relevancia. En estas fechas hubo un levantamiento en contra del marqués Diego López Pacheco, que defendía los derechos dinásticos de Juana la Beltraneja, frente los de su tía Isabel la Católica. Posteriormente los Reyes Católicos anexionarán este castillo a sus posesiones al vencer al marqués.
Durante la Guerra de la Independencia que tuvo lugar en el siglo XIX las tropas francesas causaron múltiples desperfectos. En el siglo XX ha sufrido varias reparaciones, entre las que destaca la eliminación de algunas casas anexionadas a sus muros.
El recinto es de planta poligonal, y dispone de torres cúbicas en sus ángulos excepto en uno, donde se localiza la torre del homenaje. El edificio está rodeado por una muralla jalonada por cubos. Las torres y los muros rematan en almenas rectangulares.
La torre del homenaje, de planta cuadrangular, es la estructura más característica del edificio, destacando y elevándose por encima del resto del conjunto. En sus ángulos y en la mitad de sus muros dispone de garitones, que le dan a la construcción un aspecto más defensivo. En sus gruesos muros se abren algunos vanos.
Entre otros aspectos dignos de mención destacan los diferentes sistemas para cubrir las estancias de la torre del homenaje. La primera planta se cubre con arcos de herradura que se entrecruzan y se apoyan en pechinas. El segundo piso destaca por su curiosa cubierta con arcos entrecruzados. La tercera planta tiene cubierta de madera y la cuarta bóveda de cañón.
El edificio fortificado de Villena se caracteríza por tener dos sistemas constructivos que se corresponden con las etapas históricas por las que pasa el conjunto. La parte más baja del castillo se construye con tapial de época árabe, mientras que la parte superior se utiliza el sillarejo cristiano.
En la actualidad se encuentra en buen estado de conservación.
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Fecha de última modificación: 28/11/2023
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