Torre de Vallferosa en Torà, Lérida/Lleida

Situación

La Torre de Vallferosa se encuentra a unos 10 kilómetros de la localidad de Torà, en la comarca de Segarra de la provincia de Lérida.

Se puede llegar a ella saliendo de Torà en dirección Ardèvol. A dos kilómetros aproximadamente hay que girar a la izquierda, donde un cartel bien visible indica Torre de Vallferosa. Tras unos 8 kilómetros, un nuevo indicador nos hace girar a la derecha por una pista. Pocos metros después hay que dejar el vehículo pues una barrera de madera impide avanzar a vehículos de motor. El último tramo para alcanzar la torre hay que hacerlo a pie, descendiendo durante unos 10 minutos por por un bonito valle hasta llegar a los pies de la fortificación milenaria de la Marca.

Historia

A comienzos del siglo IX, un siglo después de la llegada de los musulmanes a la península Ibérica, y tras largos años de luchas y enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona fronteriza entre los musulmanes del emirato de Córdoba y los cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio Carolingio en condados gobernados por condes.

Para garantizar su frontera meridional frente a los musulmanes, los condados catalanes construyeron entre los siglos IX y XI, y reaprovecharon otros musulmanes, una amplia red de castillos, atalayas y torres de defensa por toda la Marca, fortificando con más de cien castillos un territorio muy extenso que se extendía desde Barcelona hasta el Pallars, en tierras de Lérida. Así nacerían los castillos de frontera catalanes. La Marca quedó estabilizada durante tres siglos en torno al Llobregat, Cardener y la sierra del Montsec. A mediados del siglo XI, con la disgregación del Califato de Córdoba en los diferentes reinos de taifas, los condados catalanes pasaron a ser territorios de avanzada y conquistadores.

Los castillos de la Marca, emplazados casi siempre en lugares fuertemente estratégicos, ya sea sobre cerros que dominaban extensos territorios, controlando los caminos a las principales poblaciones, situados en medio de los valles que daban a las ciudades o pueblos, dominando las poblaciones o el curso de los ríos de la frontera, contaban siempre con fortificaciones cercanas complementarias que se apoyaban entre sí, constituyendo un eficaz sistema defensivo del territorio catalán en la Edad Media. Actualmente se conservan un gran numero de ellos, muchos están en ruinas, otros han sido muy transformados, y muchos otros han desaparecido.

En el siglo XI, el condado de Manresa controlaba un extenso territorio que abarcaba Manresa hasta cerca de Lérida. Para defender las tierras que se iban ganando a los musulmanes, se fueron levantando numerosas fortificaciones y reaprovechando otras musulmanes, formándose así la línea defensiva fronteriza del Anoia, en la Marca Manresana, que llegaba hasta la comarca de la Segarra, en tierras de Lérida.

La mayoría de las fortificaciones estaban comunicadas entre sí de un modo u otro, o bien visualmente, o mediante señales de humo o fuego, para alertar de posibles ataques o incursiones sarracenas. Más adelante, cumplirían doble función, además de la defensiva. Desde la extensa red de fortificaciones levantadas en las tierras del Anoia, se intentaría con el tiempo reconquistar nuevos territorios a los musulmanes.

La torre de Vallferosa fue construida entre los siglos IX y X. Sin embargo su primeras referencias documentales datan del siglo XI (1052). Formó parte de las fortificaciones de frontera de la Marca Hispánica, junto con castillos cercanos en esta parte de la franja fronteriza como los de Castellfollit de Riubregòs, Calaf, Boixadors, la torre de Els Prats de Rei, el castillo de Puigdemàger o Aguilar de Segarra al suroeste, o la torre de Ardèvol y la de Peracamps, al noreste entre otros.

Situada en el fondo de un valle en el límite de las tierras del Anoia con las leridanas de la Segarra, vigilaba el paso del camino real que comunicaba la Segarra con la ciudad de Solsona, junto con la vecina torre de Peracamps. Junto a la torre se levantó la iglesia de Vallferosa, en el XVIII.

Descripción

La torre de Vallferosa es considerada la obra maestra de la arquitectura militar europea del siglo X. Es la única torre que se conserva de su época sin modificación ni reestructuración, conservando perfectamente el prerrománico, poco estudiado y poco conocido debido a que se cuenta con poquísimas obras que hayan sobrevivido hasta nuestros días sin ser modificadas. Se ha mantenido intacta hasta hoy, gracias, en parte, a su morfología de castillo-torre, que dificulta su adaptación y transformación en residencia señorial en los siglos modernos.

Se trata de una torre cilíndrica de 30 metros de altura, lo que la convierte en la torre más alta de Cataluña. A unos 10 metros de altura se abre una puerta que comunicaría con la parte alta de la torre en donde se perciben unas pequeñas almenas. Como características peculiares destacan el tratarse de una torre dentro de otra, además de haberse conservado el rebozado primitivo que recuerda las construcciones islámicas, y la insólita existencia de una letrina.

Protección

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Alrededores

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