Se encuentra situado sobre dos macizos rocosos en el centro de la localidad, extendiéndose de noroeste a sureste y ocupando aproximadamente 400 metros de longitud. Su importancia estratégica se basaba en estar situada en la antigua zona fronteriza entre Castilla y Valencia.
El Castillo de Buñol se asienta sobre dos macizos rocosos en el centro de la localidad del mismo nombre, perteneciente a la comarca de La Foia de Bunyol de la provincia de Valencia, y toda la Hoya de Buñol, y se extiende de noroeste a sureste ocupando aproximadamente 400 metros de longitud. Su importancia estratégica se basaba en estar situada en la antigua zona fronteriza entre Castilla y Valencia.
La presencia humana en el término de Buñol es muy antigua, como lo atestiguan los restos de poblamientos paleolíticos, del Bronce, ibéricos y romanos. La primera constancia de un castillo o fortificación en Buñol procede de los conquistadores catalano-aragoneses del siglo XIII, aunque no puede asegurarse que esa fortificación correspondiera al actual emplazamiento. Tuvo una gran importancia estratégica por su situación fronteriza entre Valencia y Castilla, ya que dominaba el Paso de Las Cabrillas, punto clave entre los dos reinos.
En el siglo XIII existía una importante población musulmana repartida en alquerías dispersas y en una medina que puede identificarse con la actual Buñol.
En el año 1238, durante el asedio de Valencia, y según muestran los registros del Repartiment, Jaime I dio los castillos de Buñol, Macastre y Monroy al caballero aragonés Rodrigo de Lizana, quien a su vez lo legó todo a la Orden del Hospital en el año 1241. El rey recuperó el señorío para donarlo en el año 1260 a su amante, Berenguera Fernández y su hijo común, Pedro Fernández, que más tarde sería señor de Híjar (Aragón). Jaime II lo recompró a principios del siglo XIV para su hijo Alfonso, que fue Conde de Urgell y rey (Alfonso IV). Permaneció como patrimonio de los Condes de Urgell a través del linaje del segundo hijo de Alfonso IV, Jaime, durante el siglo XIV.
Jaime II de Urgell fue uno de los aspirantes más sólidos a la sucesión del Casal de Barcelona en la Corona de Aragón, al morir sin descendencia Martín el Humano. Al resultar elegido el príncipe castellano, Fernando de Trastámara, Jaime se rebeló lo que ocasionó el sitio de sus dominios y entre ellos Buñol. El castillo de Buñol fue sitiado por sesenta ballesteros y veinte de a caballo en julio de 1413 al mando de José Escribá, lugarteniente del gobernador de Valencia, más la artillería del castillo de Sagunto y otras fuerzas particulares. En el mismo mes de julio, después de breves días de sitio, se consumó la rendición del castillo de Buñol, retornando a Valencia las bombardas de artillería y tropas, y el día 1 de agosto los jurados nombraron alcaide y procurador del castillo y hoya de Buñol a Berenguer Mercader. Fernando de Antequera se apropió así del castillo tras el Compromiso de Caspe. El patrimonio de Urgell fue incautado y Buñol entregado a un fiel caballero del nuevo monarca, Álvaro de Ávila. Alfonso V El Magnánimo recompró el señorío de Buñol a Álvaro de Ávila en el año 1416 (el primer año de su reinado), y lo vendió a Berenguer Mercader, alcaide del castillo de Játiva, en el año 1425. Desde entonces, y hasta la desaparición de los señoríos bien entrado el siglo XIX, los Mercader fueron señores de Buñol.
En el año 1603 Felipe III creó el título de Conde de Buñol para Gaspar Mercader i Carrós, y pocos años después, en 1609, se produjo la expulsión de los moriscos, medida que ocasionó la despoblación total del condado a excepción de Siete Aguas que contaba desde el siglo XIII con colonos catalanes y aragoneses. Esta situación de vacío poblacional obligó al conde a otorgar el 30 de julio de 1611 una Carta Puebla para atraer nuevos contingentes con la obligación de residir en la villa y no poder vender sus posesiones durante cuatro años desde su asentamiento. Esta Carta Puebla atrajo a repobladores, principalmente de Mallorca.
Durante la Guerra de Sucesión Buñol defendió la causa del archiduque Carlos. En 1761 se solicitó la incorporación a la Corona, lo que se consiguió tras un largo pleito con el señor.
Durante la Guerra de la Independencia el ejército napoleónico, que intentaba llegar a Valencia, entró en Buñol y saquearon por completo la población. En el castillo expoliaron la iglesia del Salvador, destruyeron la imágenes y se llevaron ornamentos y alhajas, como la custodia y once lámparas de plata.
Durante las Guerras Carlistas el castillo de Buñol fue objeto de varias acometidas y saqueos. Según algunos autores, cuando el carlista Cabrera entró en Buñol en el año 1836, destruyó los molinos de aceite del recinto de la primera plaza del recinto amurallado.
Tras la pérdida del carácter residencial de la fortaleza de Buñol por la emancipación del dominio condal, y un proyecto frustrado de reconvertir algunas estancias en Hospital, a finales del siglo XIX empezó a ser ocupado por gentes que construyeron sus hogares dentro del recinto y al abrigo de sus murallas. Se edificó en la plaza de Armas y en el perímetro interno de la muralla, aprovechándse además otros edificios palaciegos, la iglesia del Salvador e incluso el panteón de los condes para acondicionarlos como viviendas. Todo esto transformó y deterioró la estructura del castillo aunque, desde otro punto de vista, el hecho de que el castillo no fuera un lugar abandonado y olvidado sino un núcleo vivo, habitado y relacionado con el resto de la población debió ayudar a que no se destruyera y no fuera utilizado como cantera para otras construcciones.
La fortaleza fue utilizada también como prisión, y entre slos personajes encarcelados destaca Francisco I, rey de Francia, que en el año 1525, tras su captura a manos de Carlos I, estuvo preso en este castillo mientras era conducido hacia el reino castellano. También albergó a los constructores de la carretera de Las Cabrillas, la vía hacia Castilla que hoy recorre la A-3.
El castillo de Buñol está formado por dos recintos que se alzan sobre una cresta rocosa situada entre el barranco de Borrunes y la fosa del río de Buñol, separados por fosos artificiales que cuentan con puentes defendidos por torres que hacen también la función de puertas. Uno de los fosos separa el recinto militar de la zona de las Ventas, mientras que el otro aísla la zona residencial, reforzando así su posición defensiva.
El primer recinto es de forma poligonal. Está formado por un lienzo de muralla recto, con una torre en cada esquina y otra torre puerta en el centro, y una muralla que corona los escarpes de la peña. El amplio y llano espacio que queda en el interior constituía la plza de Armas, cuyo recinto fortificado se hallaba dotado de un cuerpo de ronda perforado por saeteras. Actualmente este espacio está ocupado por viviendas adosadas a las murallas, enmascarando el carácter militar del lugar.
En el centro del castillo se alza la torre del homenaje, la más destacada del conjunto, que domina el puente y foso, y sirve de punto de acceso, a su través, con el segundo recinto del castillo (recinto sur). El acceso no es más que un pasadizo perforado en el núcleo macizo de la torre. La torre contaba con una estancia, a la que se accedía por una puerta desde las plantas altas del palacio gótico hoy desaparecidas.
El segundo recinto, el del sur, alberga las estructuras residenciales de la fortaleza. Alrededor de su plaza triangular, por la que desciende la calle del Castillo, se distribuían el palacio gótico, las dependencias palaciales de los condes y la iglesia del Salvador, hoy museo Arqueológico.
Del palacio gótico se conservan partes como la sala del Oscurico, que es una sala rectangular adosada por uno de sus lados a la cara oeste de la torre del homenaje. Parece ser que originariamente esta sala estaba dividida en dos pisos, pero hoy es una única nave restaurada en la que se realizan exposiciones y actos culturales, siendo el único vestigio original del recinto los arcos de sillerías ojivales que hay en su interior.
La estructura de la fachada sur, adosada por su cabecera al frente oriental de la muralla, corresponde a la antigua dependencia palacial de los condes.
La iglesia del Salvador, que hoy alberga el Museo Arqueológico, debió ser construida como la mayoría de las dependencias que se conocen, entre la segunda mitad del siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV.
En este recinto quedan también algunas casas todavía habitadas. La calle del Castillo termina en una empinada cuesta que da acceso al barrio antiguo del pueblo, la calle de Mallorquines, después de atravesar la puerta fortificada denominada 'la Torreta', que constituye el acceso meridional a la fortaleza, y que está compuesto por una escalinata en eje acodado y una torre situada en la cota más baja del castillo.
El carácter de residencia señorial, primero, y la intensa ocupación de que fue objeto desde su emancipación, han contribuido a mantener y enriquecer la sobria imagen de esta magnífica fortaleza, aunque las continuas reformas y ocupaciones hacen difícil la ordenación cronológica de los distintos elementos y sus fases constructivas.
La arquitectura del castillo es relativamente unitaria y de buena factura. En él se combinan repetidamente los lienzos de tapial y de fábrica de sillería.
En el año 1957 se creó la Asociación Pro Castillo de Bunyol que restauró parcialmente la fortaleza, de cuya conservación se encarga una comisión perteneciente al Instituto de Estudios Comarcales Foia de Bunyol-Xiva. En la actualidad presenta un estado de semirruina y sólo se halla parcialmente restaurado, aunque se ha planteado con insistencia la necesidad de recuperar y restaurar completamente este monumento como vestigio de la importancia histórica y estratégica.
Es propiedad del Ayuntamiento de Buñol, y se usa como museo de escultura al aire libre y centro de realización de actividades culturales.
Es de acceso libre. Más información en Ayuntamiento de Buñol, teléfono (962) 50 01 51, fax (962) 50 30 83 y e-mail ayuntamiento@lahoya.net.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
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Fecha de última modificación: 14/06/2020
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