Muralla urbana de Torroella de Montgrí en Torroella de Montgrí, Gerona/Girona

Situación

La Muralla urbana de Torroella de Montgrí se encuentra al norte de la localidad del mismo nombre, en la comarca del Bajo Ampurdán (Baix Empordà) de la provincia de Gerona.

Historia

La villa de Torroella estuvo rodeada y protegida por una muralla desde el siglo XI, reforzada en los siglos XIII-XIV por el crecimiento de la población. En el siglo XIX la administración decidió derribar parte de las murallas porque dificultaba el crecimiento de la villa.

Sobre la torre de les Bruixelles hay una leyenda. Según cuenta la tradición, en el siglo XIV, durante el reinado del rey Pedro IV de Aragón, el monarca decide acudir a la villa de Torroella para visitar las obras de la iglesia de Sant Genís. Al llegar la comitiva real a la entrada de la muralla por el portal situado junto a la torre de las Brujas, los caballos empezaron a relinchar y se negaron a entrar por el portal. Al parecer la torre era lugar de encuentro habitual de brujas. Tras ello, el rey ordenó tapiar el portal. Al día siguiente el mismo portal apareció perforado. Se tapió en numerosas ocasiones, y nuevamente apareció abierto. Una vez más se tapió el portal. Esta vez se decidió guarnecer el portal con dos guardianes. Al día siguiente éstos habían desaparecido. Nunca más se supo de ellos. Desde entonces no es recomendable acercarse a la torre de las Brujas los sábados por la noche, ya que se cuenta que el lugar está embrujado.

Descripción

La villa vieja se expandió durante la Edad Media hacia el sur, siguiendo un entramado urbano en cuadrícula rodeado por murallas con puertas de acceso: la de Santa Catalina al norte, la de Mar el oeste, la del Ter o de San José al sur y la de Ullà al oeste. De todas ellas, hoy día sólo queda queda la puerta de Santa Catalina, en el interior de una torre de base cuadrada.

Además de las puertas de acceso, las murallas tenían adosadas seis torres, dos de planta circular (entre ellas la torre de las Brujas en el extremo noroccidental) y cuatro de base cuadrada (entre ellas la del portal de Santa Catalina al norte). Esta configuración se mantuvo estable hasta principios del siglo XVIII, pero durante el siglo XIX se abrieron nuevas puertas y derribaron varios tramos de murallas en un arrebatamiento de modernidad postulado por J. Pericot.

Estado de conservación

El recinto amurallado de Torroella contaba con seis portales de acceso, de los que solo se conservan dos. Se conservan además lienzos de muralla perforados por saeteras, así como la torre de les Bruixes.